miércoles, 6 de abril de 2016

COMO SABER CUALES SON LOS KILOMETROS REALES DE UN COCHE USADO

COMO SABER CUALES SON LOS  KILOMETROS REALES DE UN COCHE  USADO 



El número de kilómetros que haya recorrido un coche en su 'vida anterior' es un dato fundamental a la hora de ponerle precio en el mercado de ocasión, por eso, muchos desaprensivos trucan el cuentakilómetros para conseguir más dinero con la venta.

Algunos talleres rejuvenecen los modelos para que estos consigan un mayor beneficio económico. Debes saber que trucar un cuentakilómetros no es ilegal, ya que cada uno puede hacer con su coche lo que quiera.


El problema surge cuando este recorte de kilómetros tiene como finalidad engañar al futuro comprador sobre el estado real del vehículo: en este caso, la venta fraudulenta sí puede constituir un delito. La prueba está, por ejemplo, en el hombre detenido por vender coches de alta gama con graves averías y el kilometraje alterado.

El fraude de manipular el cuentakilómetros no es exclusivo de los vendedores de vehículos de segunda mano. Algunos coches de leasing también experimentan este 'rejuvenecimiento'.


Y lo mismo ocurre con algunos modelos que sufren una avería de importancia y cuyo kilometraje excede el estipulado en la garantía: se eliminan unos miles de kilómetros del marcador y, como por arte de magia, la reparación corre a cargo del fabricante.

Aunque pueda parecer mentira, es más fácil trucar los cuentakilómetros digitales actuales que los analógicos de antaño.


 En muchos casos, basta con conectar directamente a la centralita del coche un ordenador con la aplicación necesaria. En ese momento, únicamente hay que introducir la cifra de kilómetros que quieras que aparezca en el marcador y ya está: la electrónica se encarga del resto.

Por este motivo, en muchas ocasiones es complicado e incluso prácticamente imposible detectar si se han llevado a cabo manipulaciones. No obstante, hay modelos que registran el kilometraje en otras partes: llave, etc.



En estos casos, es más difícil poder hacer la trampa en el kilometraje. Pero, si no es el caso, ¿cómo saber si son reales los kilómetros de tu coche? Sigue leyendo...

Hay una norma clara: si eres comprador de vehículos de segunda mano, ten cuidado con las ofertas irresistibles.

En el caso de que tengas dudas sobre el kilometraje real de un modelo, pide consejo a un taller oficial: en algunos casos podrán comprobar la veracidad del kilometraje y que este se corresponda con las revisiones que ha pasado el vehículo.


Las marcas tienen algunos 'trucos' para detectar si los kilómetros de sus coches son reales, pero tendrás que pasar por un taller oficial para solicitar el servicio. Alfa Romeo por ejemplo, puede realizar comprobaciones para comprobar la distancia real recorrida por un coche (te cobrarán por ello unos 26 euros).


 Los modelos Audi BMW  Mercedes y Volvo memorizan los datos en varios lugares, como en la llave y cuentan con trabas mecánicas para impedir la manipulación. Audi no pide nada por el servicio, BMW, Mercedes y Volvo cobran alrededor de 75, 45 y 33 euros, respectivamente.


Otros fabricantes, como Citroën  optan por duplicar el almacenaje de los datos. Mientras queChrysler guarda los kilómetros que recorre el coche en ordenador del motor (la consulta cuesta unos 13 euros); Mazda  en el navegador (alrededor de 40 euros); y Renault  en la llave de apertura (la comprobación es gratuita). 

Además de esto, a la hora de comprarte un coche de segunda mano, has de fijarte en estos puntos:
- Si hay un exceso de desgaste del volante, del pomo de la palanca de cambios o del asiento del conductor;



- El desgaste de los botones de la consola central;
- Fíjate en si el tambor de la llave tiene holgura;


- Si los parasoles interiores por si no encajan en su hueco;
- Échale un ojo al maletero, y comprueba si la alfombrilla está muy desgastada y si los plásticos de las paredes laterales han sufrido golpes;
- Fíjate en el vano motor; si encuentras la centralita, observa si los plásticos y tornillos han sido manipulados.


Trucar los cuentakilómetros de los coches usados es una estafa conocida como “afeitado” en el argot de los malos vendedores; se trata de una práctica más frecuente de lo deseable.


Con la llegada de los odómetros digitales a finales de los años 90 del siglo pasado, parecía que se había acabado aquello de desmontar el cuadro de instrumentos para bajar los kilómetros. Se suponía que los nuevos medidores electrónicos eran “inviolables” y más difíciles de manipular que los antiguos de piñones y trinquetes.


La realidad es que basta un aparato electrónico bastante sencillo y barato para “afeitar” un vehículo. Lo que ya no es tan fácil es evitar que esta manipulación deje rastro, máxime en los modelos más modernos, donde las distintas unidades de mando están interconectadas en una red multiplexada… Así que sí hay forma de saber los kilómetros reales que tiene el coche de segunda mano
 que quieres comprar.
Cómo averiguar los kilómetros reales de un coche: diagnosis


Los kilómetros que recorre un coche van quedando registrados en varias unidades de control, no sólo en la del panel de instrumentos. Con un equipo de diagnosis apropiado se puede tener acceso a las distintas centralitas del vehículo y leer los datos que tienen memorizados.



Por ejemplo, en la mayoría de los motores diésel se registra el kilometraje en el que el módulo de mando ordenó la última regeneración del filtro antipartículas.
Cada fabricante sabe en qué unidades de mando registra los kilómetros, por lo que mi primer consejo es que acudas a un servicio oficial.


 Ellos tienen los instrumentos más precisos para sus propios modelos y conocen los protocolos de funcionamiento de su sistema multiplexado, por lo que pueden leer cada unidad de control e ir “a tiro hecho”.


En los años que estuve como agente en una importante asistencia técnica para talleres eran frecuentes las llamadas porque había errores de comunicación entre distintas unidades de mando.

En la mayoría de los casos, se debía a que el coche había sido sometido a un “afeitado” y, al no coincidir los kilómetros registrados entre las distintas centralitas, dejaban de “confiar” las unas en las otras y cortaban las comunicaciones.
Por desgracia, los timadores no son mancos y en esto de los cuentakilómetros trucados se mueve mucho dinero, de modo que actualmente hay dispositivos que pueden penetrar en prácticamente todos los sistemas de control de un coche, haciendo difícil su rastreo.


Sin embargo, estos equipos son muy caros y específicos para cada marca, por lo que sólo los verdaderos profesionales de este tipo de estafa son capaces de llevar a cabo un trabajo tan meticuloso. De ser así, tendremos que ir al siguiente nivel.
Historial de reparaciones y de ITV


Aunque los concesionarios vendan una marca concreta, son empresas independientes de ésta. Debido a la ley de protección de datos no pueden compartir determinada información. Esto hace que no te sirva de nada ir al concesionario de la marca “X” de tu ciudad y que te den el histórico de reparaciones de un coche concreto, salvo que tengas la suerte de que sea el taller elegido por el anterior propietario.


Para conocer el registro de reparaciones y los kilómetros a los que se hicieron los distintos mantenimientos tendrás que localizar el taller en el que se llevaron a cabo. Aquí deberás hacer un poco de detective, pero la jefatura de Tráfico te puede ayudar, pues con la matrícula del coche podrás solicitar un suministro de datos y saber a quién perteneció anteriormente el vehículo.


Lo normal es que en sus primeros años de vida el coche acudiese a un servicio oficial de su ciudad para conservar la garantía. Sabiendo los kilómetros que recorría anualmente en estos primeros años, podemos (con cuidado) extrapolar: si en los 2 primeros años hizo 30.000 km y el vehículo ahora tiene 6, lo más probable es que el kilometraje real ronde los 90.000 km. 


Si marca muchos menos, sospecha. He asesorado a muchos amigos para comprar un coche usado

y siempre que el modelo tenía pocos kilómetros y me “olía a chamusquina” me contaban la misma historia: “es que era de un señor mayor y sólo lo usaba para ir a recoger a los nietos al colegio”, “era de un médico que lo usaba poco”… ni caso.








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