COMO SABER CUALES SON LOS KILOMETROS REALES DE UN COCHE USADO
El número de kilómetros que haya recorrido un coche en su
'vida anterior' es un dato fundamental a la hora de ponerle precio en el
mercado de ocasión, por eso, muchos desaprensivos trucan el cuentakilómetros
para conseguir más dinero con la venta.
Algunos talleres rejuvenecen los modelos para que estos
consigan un mayor beneficio económico. Debes saber que trucar un
cuentakilómetros no es ilegal, ya que cada uno puede hacer con su coche lo que
quiera.
El problema surge cuando este recorte de kilómetros tiene
como finalidad engañar al futuro comprador sobre el estado real del vehículo:
en este caso, la venta fraudulenta sí puede constituir un delito. La
prueba está, por ejemplo, en el hombre detenido por vender coches de alta
gama con graves averías y el kilometraje alterado.
El fraude de manipular el cuentakilómetros no es
exclusivo de los vendedores de vehículos de segunda mano. Algunos coches
de leasing también experimentan este 'rejuvenecimiento'.
Y lo mismo ocurre con algunos modelos que sufren una avería
de importancia y cuyo kilometraje excede el estipulado en la garantía: se
eliminan unos miles de kilómetros del marcador y, como por arte de magia, la
reparación corre a cargo del fabricante.
Aunque pueda parecer mentira, es más fácil trucar los
cuentakilómetros digitales actuales que los analógicos de antaño.
En muchos casos,
basta con conectar directamente a la centralita del coche un ordenador con la
aplicación necesaria. En ese momento, únicamente hay que introducir la cifra
de kilómetros que quieras que aparezca en el marcador y ya está: la
electrónica se encarga del resto.
Por este motivo, en muchas ocasiones es complicado e
incluso prácticamente imposible detectar si se han llevado a cabo
manipulaciones. No obstante, hay modelos que registran el kilometraje en
otras partes: llave, etc.
En estos casos, es más difícil poder hacer la trampa en el
kilometraje. Pero, si no es el caso, ¿cómo saber si son reales los
kilómetros de tu coche? Sigue leyendo...
Hay una norma clara: si eres comprador de vehículos de
segunda mano, ten cuidado con las ofertas irresistibles.
En el caso de que tengas dudas sobre el kilometraje
real de un modelo, pide consejo a un taller oficial: en algunos casos
podrán comprobar la veracidad del kilometraje y que este se corresponda con las
revisiones que ha pasado el vehículo.
Las marcas tienen algunos 'trucos' para detectar si los
kilómetros de sus coches son reales, pero tendrás que pasar por un taller
oficial para solicitar el servicio. Alfa Romeo por ejemplo, puede realizar
comprobaciones para comprobar la distancia real recorrida por un coche (te
cobrarán por ello unos 26 euros).
Los modelos Audi
BMW Mercedes y Volvo memorizan los datos en varios lugares,
como en la llave y cuentan con trabas mecánicas para impedir la manipulación.
Audi no pide nada por el servicio, BMW, Mercedes y Volvo cobran alrededor de
75, 45 y 33 euros, respectivamente.
Otros fabricantes, como Citroën optan por duplicar el almacenaje de los datos.
Mientras queChrysler guarda los kilómetros que recorre el coche en ordenador
del motor (la consulta cuesta unos 13 euros); Mazda en el navegador (alrededor de 40 euros); y Renault
en la llave de apertura (la comprobación es gratuita).
Además de esto, a la hora de comprarte un coche de
segunda mano, has de fijarte en estos puntos:
- Si hay un exceso de desgaste del volante, del pomo
de la palanca de cambios o del asiento del conductor;
- El desgaste de los botones de la consola central;
- Fíjate en si el tambor de la llave tiene holgura;
- Si los parasoles interiores por si no encajan en su
hueco;
- Échale un ojo al maletero, y comprueba si la alfombrilla
está muy desgastada y si los plásticos de las paredes laterales han
sufrido golpes;
- Fíjate en el vano motor; si encuentras la
centralita, observa si los plásticos y tornillos han sido manipulados.
Trucar los cuentakilómetros de los coches usados es una
estafa conocida como “afeitado” en el argot de los malos vendedores; se trata
de una práctica más frecuente de lo deseable.
Con la llegada de los odómetros digitales a finales de los
años 90 del siglo pasado, parecía que se había acabado aquello de desmontar el
cuadro de instrumentos para bajar los kilómetros. Se suponía que los nuevos
medidores electrónicos eran “inviolables” y más difíciles de manipular que los
antiguos de piñones y trinquetes.
La realidad es que basta un aparato electrónico bastante
sencillo y barato para “afeitar” un vehículo. Lo que ya no es tan fácil es
evitar que esta manipulación deje rastro, máxime en los modelos más modernos,
donde las distintas unidades de mando están interconectadas en una red
multiplexada… Así que sí hay forma de saber los kilómetros reales que tiene el coche
de segunda mano
que quieres comprar.
Cómo averiguar los kilómetros reales de un coche: diagnosis
Los kilómetros que recorre un coche van quedando
registrados en varias unidades de control, no sólo en la del panel de
instrumentos. Con un equipo de diagnosis apropiado se puede tener
acceso a las distintas centralitas del vehículo y leer los datos que tienen
memorizados.
Por ejemplo, en la mayoría de los motores diésel se
registra el kilometraje en el que el módulo de mando ordenó la última
regeneración del filtro antipartículas.
Cada fabricante sabe en qué unidades de mando registra los
kilómetros, por lo que mi primer consejo es que acudas a un servicio
oficial.
Ellos tienen los
instrumentos más precisos para sus propios modelos y conocen los protocolos de
funcionamiento de su sistema multiplexado, por lo que pueden leer cada
unidad de control e ir “a tiro hecho”.
En los años que estuve como agente en una importante asistencia
técnica para talleres eran frecuentes las llamadas porque había errores de
comunicación entre distintas unidades de mando.
En la mayoría de los casos, se debía a que el coche había
sido sometido a un “afeitado” y, al no coincidir los kilómetros registrados
entre las distintas centralitas, dejaban de “confiar” las unas en las otras y
cortaban las comunicaciones.
Por desgracia, los timadores no son mancos y en esto de los cuentakilómetros
trucados se mueve mucho dinero, de modo que actualmente hay dispositivos
que pueden penetrar en prácticamente todos los sistemas de control de un coche,
haciendo difícil su rastreo.
Sin embargo, estos equipos son muy caros y específicos para
cada marca, por lo que sólo los verdaderos profesionales de este tipo de estafa
son capaces de llevar a cabo un trabajo tan meticuloso. De ser así, tendremos
que ir al siguiente nivel.
Historial de reparaciones y de ITV
Aunque los concesionarios vendan una marca concreta, son
empresas independientes de ésta. Debido a la ley de protección de datos no
pueden compartir determinada información. Esto hace que no te sirva de nada ir
al concesionario de la marca “X” de tu ciudad y que te den el histórico de
reparaciones de un coche concreto, salvo que tengas la suerte de que sea el
taller elegido por el anterior propietario.
Para conocer el registro de reparaciones y los kilómetros a
los que se hicieron los distintos mantenimientos tendrás que localizar el
taller en el que se llevaron a cabo. Aquí deberás hacer un poco de detective,
pero la jefatura de Tráfico te puede ayudar, pues con la matrícula del coche
podrás solicitar un suministro de datos y saber a quién perteneció
anteriormente el vehículo.
Lo normal es que en sus primeros años de vida el coche
acudiese a un servicio oficial de su ciudad para conservar la garantía.
Sabiendo los kilómetros que recorría anualmente en estos primeros años, podemos
(con cuidado) extrapolar: si en los 2 primeros años hizo 30.000 km y el
vehículo ahora tiene 6, lo más probable es que el kilometraje real ronde los
90.000 km.
Si marca muchos menos, sospecha. He asesorado a muchos
amigos para comprar un coche usado
y siempre que el modelo tenía pocos kilómetros y me “olía a
chamusquina” me contaban la misma historia: “es que era de un señor mayor y
sólo lo usaba para ir a recoger a los nietos al colegio”, “era de un médico que
lo usaba poco”… ni caso.
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